miércoles, abril 29, 2009

¿Dónde esta el otoño?

Quiero devorar limpiamente este enojo, sacármelo de encima. No esta bueno haber cambiado la angustia por enojo. No esta nada bueno. Así que por favor,a quien sea, para un poco. Ya esta. Basta basta y mil bastas. Ya no puedo.
Me enoja lastimar a los demás. Me enoja la terquedad de mi dialéctica. Tener algunos pensamientos sofocantes y clandestinos. Me enoja sentirme tan vieja cuando mi edad, aún, no empieza con un tres. Me enoja no poder responder cuando me preguntan qué me esta pasando. Me enoja ver a mi nefasta cuñada diariamente, que sea de un color falso. Que la angustia tenga estética.
Me enoja sentirme una catástrofe. También que existan estos días de falsa primavera. Me enoja que la única lluvia sea la de mis ojos. Me enoja estar en un espejo sin escapatoria. Me enoja haberme comprado ese vestido que todavía no use. Me enoja no reírme y estar pudriéndome. Me enoja sentir impulsos de abrazarlo. Me enoja pensarme como una ausencia inesperada. Estoy enojada porque piden palabras, las esperan. Me enoja que primero haya sido el dengue y ahora me asusten, tanto, con la gripe porcina. Me enoja ser la pus de la pulsión. Me enoja toda esta realidad temporal. Me enoja haber extrañado al empezar hoy en un nuevo lugar. Estoy enoja y me enoja estarlo. Me enoja no estar siendo yo, no estar siendo completamente yo y no encontrar la forma de que esto termine. Me enoja ver mi estado de tristeza no confirmado como una especie de comodidad emocional en la cual solo me estanco por cobarde.

viernes, abril 24, 2009

Explosión.

¿Yo? Estoy inmanejable, en una insana angustia, en un enojo hartante y con un dolor de existencia nauseabundo. Me duelen los músculos. Me miento y dejo que me mientan sobre el amor. Me disfrazo de humana cuando quiero morirme. Cuando me detengo pensando que, quizás, hoy, muera. Pero nada.
Tengo filtros en una urgente necesidad de sentirme menos invisible. Estoy dependiendo del líquido amniótico.
Estoy asqueada hasta de mí, de este dramatismo vulgar, de estar sobreviviendo y de ser una destapadora de cloacas, de mis miserias. Se esta esparciendo mi piel y mi herida esta chorreando todo eso que no puedo hacer conmigo, todo eso que me esta dando miedo. Enmudezco pero merezco que me miren con asco. ¿Lo merezco?
Estoy rompiéndome a escondidas. Soy un nervio permanente con ganas de que el mundo se detenga, me deje recuperar o bien me aniquile de una puta vez.


“No me mires a los ojos, hoy mi mirada podría lastimarte” Del blog de kill bill es esta frase, que me encanta.

miércoles, abril 15, 2009

Dedos en bolas.

En proceso...

Tuve, últimamente, algunos actos idiotas. Complicidad. Testigos desconocidos en situaciones comunes. Ausencia de vulgaridad. Una molestia. Lujurias antes de que salga el sol. Una realidad atemporal. Arrebatos insuficientes. Comienzos innecesarios. Ametralladoras inútiles. Superficialidades que no dañan. Un cuerpo momificado. Palabras volcánicas de lejanía. Y, así, ando masticando dolores. Un alguien que sabe detener mi ferocidad perfecta pero a su vez invade mis entrañas. Entonces aplico resistencia. Padezco de errores soberbios. Explosión de un paso inadvertido. Desgarro permanente. Dolor de garganta. Rumbo desconcertante. Timidez o represión nada definido, todavía.


Y más allá de todo esto quiero, necesito y pido sobre todas las cosas que llueva, que llueva mucho, que vengan los días grises y lluviosos. Que haya otoño real, pido, quiero y necesito. Ya.

domingo, abril 05, 2009

Alboroto interior.

Rómpete, francamente, rómpete y mírame. Cae sobre mí, yo no diré nada. Como antes que podíamos detener la música con ése momento.
Momentáneo poder el de mis nervios, en situaciones de exposición, hasta dejo que hablen por mí.
Lo que pasa es que, hoy, tengo ganas de que bruscos, incontenibles y revueltos sentimientos me invadan, me sacudan un poco. Y sí, esta vez usare un mínimo paracaídas. Dejaré que todo llegue a mis entrañas, a mis músculos hasta dejare que se me desangre el alma. Claro si es que existe.
No quiero ser un cuerpo que por sus huesos se hunda ni un tiempo sin cronología y si es posible dejar este tironeamiento de mí. Quiero que todo trascurra como si fuera poco. Dejar de ser tan sanguínea, vital, febril, dramática y evitar pensar que mis historias son difíciles de vender. Quizás, es eso, mi cabeza da la imposibilidad de ver que la realidad es sólo lo que estoy viviendo sin saber qué es la vida.
En fin antes de irme por las ramas, como suelo hacerlo al exponerme en carne y hueso para ser descuartizada en un yo, quiero que mis encuentros sociales se conviertan en encuentros amorosos, ya sé que me negué a algunos de ellos, no reclamen, tampoco, que hoy no puedo con eso. Quiero que se me escape la sangre. Y sí, eso es lo que quisiera hoy. Un pequeño paréntesis entre mis miedos, huidas y así quedarme. Creer de una buena vez que esta esperándome, precisamente, a mí, todo eso que suele leer en otras historias.



A veces debería descuartizarme y decir tan claro que duela.