domingo, diciembre 27, 2009

Último sábado del año.




Los encuentros de por si son raros, de dimensiones incomparables y yo de mi madre solo soy lo que se estanca y hasta a veces desaparece. No hay furia ni sonidos pero no puedo cruzar esa calle, tengo miedo de que seas de humo, que seas uno más del montón. Tu silencio me tiene al borde del abismo y me dan ganas de matar a ese pobre muñeco o el muñeco serás vos o lo que es peor soy yo la muñeca de trapo?

miércoles, diciembre 09, 2009

Menos mal que llueve

Desangrar, otra vez, quiero que el aire te haga estallar los pulmones. Ponerte un algodón que te tape el drenaje. Que sí sufrís no me importe! Solo porque te atreviste a pisar los futuros que no viví y con qué derecho hiciste eso. No se pero quiero que te atraviese un hueso la garganta, cuando comas pollo, porque estas hundido en una montaña de mierda y desde ahí me hablaste de amor. De qué amor, pelotudo, si estando con vos no me hace falta saber la diferencia entre un montón de mierda y tu persona.
Esta bien soy la que se queda muda por arrebatos de su humor, la que no termina de demostrar lo que siente y hasta un hongo envenenado y mutilador. Pero me harte de esos espectadores que se ríen de todo. Porque yo no necesito ser circular. Detesto que por tener un pene pienses que tenes derecho a decidir quién va al amor o al infierno. Por eso quisiera tener garras para ir contra tus genitales y quitarte esa tecla maestra que te otorga, según vos, el derecho de arrancarle el corazón a quien se te antoje. Y quiero que sepas que tu sexo es una inmunda cloaca capaz de transformar el goce en pus. Provocándome ganas de sacudir tus vísceras hasta ver si saco palabras sinceras, aunque sea, una sola palabra crudamente viceral. No quiero caer en el melodrama fácil ni en la cursilería extrema pero te patearía tus genitales para que te duelan porque vos a mi me doles todo el tiempo.